Silvia comparte unos tragos con un conocido de sus tíos y ella recién ha conocido. Él la invita a ir a otro lugar y que pasará lo que ella quiere que pase, así es como la jovencita va a terminar follada por un tipo que recién conoce. Ella está algo reacia de acompañarlo pues teme que los cachen pero él sigue persuadiéndola y más al verla con ese corto vestido y mejor aún sin nada de ropa interior que estorbe.
Por fin Silvia decide acompañarlo a una banca y allí la pasan de lo más sabroso los dos con una vista frente al mar y de fondo el sonido del viento y de placer por la mamada de verga que ella le da y él aprovecha para manosear su cuca húmeda pero se ven interrumpidos y como ya están calentones pues deciden darse rico el uno al otro. No paran de manosearse y viendo la oportunidad, se ponen a coger en esa banca y ya luego a de correrse en su boca y no ser vistos, ella se levanta para que no sospechen nada de lo divino que la paso.